Boedo

Nací en el Barrio de BOEDO, “Barrio de taitas y malevos” y del glorioso San Lorenzo.
El tango no lo dice por Boedo, es por otro barrio, pero mi viejo llegó por los 30 y decía que en esos años mejor no acercarse a la calle Chiclana porque había gente con facón al cinto…

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¿Fue locura?

El policía miraba a la mujer que tenía delante con escepticismo y sorpresa, ella no dejaba de repetir que era culpable.
-Puede pedir un abogado -le repitió por décima vez- o el estado le impondrá uno de oficio,
-No hace falta, le contestó ella con seguridad y hasta desparpajo. Yo lo maté, no hay nada más que decir, y volvió a ensimismarse…

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Carnavales

El baile había alcanzado un ambiente estupendo, la gente se divertía y tomaba hasta el hartazgo.
Me alejé un poco de la pista para ver mejor, conocía a casi todos. ”Pueblo chico infierno grande” -pensé-.
Aunque estaban disfrazados…

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Desolación

De colchón, unos cartones húmedos que sacó de un basural.
De frazada, un sobretodo raído que recibió en la ¨Misión¨ y que no le llegaba a cubrir las piernas. La helada carcomía su piel y entraba en sus huesos como alfileres invisibles…

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Amigas

– ¿Qué es lo que más extrañas de Argentina? – me preguntó mi marido de golpe y sin motivo.
Me quede mirándolo con sorpresa y desconfianza, si, desconfianza porque no entendía adónde quería llegar, él no pregunta porque sí.
– ¿A qué viene esa pregunta? – pregunté. Y él se sonrió…

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