La manada bendita

El fraile se incorpora y reprime al invasor:
-«¿Quién te dejó entrar aquí? ¿Cómo te atreves a gritar dentro de este lugar Santo? ¿Qué sabes tú de teatro? No eres más que un pobre indio borracho y charlatán. ¿De que actuación hablas, infeliz?»…

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Desayuno con Mao

Un tibio sol matinal los acogió en la estación de tren de Juliaca, donde un letrero indicaba «casi cuatro mil metros sobre el nivel del mar». El tren hacía una parada de tres horas para que los que los pasajeros pudiesen desayunar. Bajaron del tren en una lenta procesión…

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