Ése, que nunca se olvida.
-Hay uno allá atrás que no te saca los ojos de encima.
-¿A quién le hablás? – le pregunté a Sofia, mientras terminaba de hacer mi último esquema en Método Monge que nos habían enseñado en la clase.
-A vos, tarada, nunca te das cuenta que los tipos te miran, siempre pensando que sos la más fea.
-Mirá lo gorda que soy…