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Fabulaciones

Esta mañana me levanté y salí al jardín. Me paré en frente de nuestro árbol de mango, y, de repente, uno de sus frutos
cayó sobre la tierra húmeda. Fue un sonido opaco, que se disipó rápidamente, sin dejar constancia de lo que momentos antes
había ocurrido. Me dejó pensando. Ésta es la naturaleza de los seres vivientes, desapareceremos de este mundo en una fracción
de segundo, y luego habrá silencio…

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