La Libertad que Perdimos

La normalidad cotidiana genera una ilusión de control virtual.
Cuando la nueva “normalidad” se nos presente, tal vez estaremos muy cerca de ser esclavos. Ya perdimos nuestra libertad, encerrados por tiempo indeterminado. El hermano mayor nos vigila, no permiten reuniones ni conciertos, los abrazos y besos son imaginarios. Decretan imposiciones por “un bien común” sabiendo que somos espectadores pasivos en estado de shock.
En un futuro cercano…

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