Frío, me desperté pensando en ti. ¿Qué tan importante eres para merecer el esfuerzo de dedicarte un relato, aunque sea corto?
Bajé de la cama sintiéndote intenso penetrándome hasta los huesos.
Me lavé la cara y el agua me recordó que estabas allí, con tus agujas hincándose en mi piel.
Me preparé un café, traté de calentarme las manos con la taza, tomé unos sorbos y una débil chispa de tibieza se hizo sentir, pero de inmediato, subiste por mis pies y la venciste.
Me senté frente al escritorio, traté de tomar la lapicera, pero entumeciste mis dedos y no respondieron.
De pronto mi celular me advirtió que había recibido un mensaje, era de mi hijo, me mandó un video de mi nieto de cinco meses que acostado sobre su vientre, se daba vuelta por primera vez.
Me inundó una ola de amor que con su calor derritió tus agujas de hielo por el resto del día. Y aquí estás tú frío, vencido, pero con un relato dedicado a ti.
Muy lindo Daniel
Muy lindo y agradable!!
Gracias Bella