Oasis de Esperanza

Es casi imposible explicar la existencia de este lugar. A menos de un kilómetro del kibutz Nir Oz, en medio de un injustificable bosque de verdes pinos, un centenar de casas blancas con techos a dos aguas de cerámicas rojas, bordean un apacible lago. Sus habitantes, personas sabias y risueñas, todos pertenecientes a la “segunda juventud», disfrutaban la paz y la felicidad en sus modestas moradas…

Publicado en:

Colgando de clavos ardientes

No me olvido, como podría/ El viernes segunda fiesta de Sucot, yendo a almorzar a lo de mi hijo mayor, se cumplió medio siglo/ Seis de octubre,  a las 14 horas, volvieron las grabaciones de la catástrofe/ como un presagio maligno: “Sir basar, Sir basar” (olla de carne) – “Jamsim kaved, jamsim kaved” (Siroco pesado)  Los códigos para unidades de combate, presentarse de inmediato/ 

Publicado en: