Comunidad de Autores
Soy el cactus del desierto, eludido por niños y adultos,
vivo áridamente en las estepas de México y dunas del Medio Oriente,
nada necesito, solo una poca agua subterránea,
no aporto sombra ni consuelo estético,
mas soy eterno símbolo de resiliencia,
Firme y erguido te ofrezco mi dulce fruto,
recóndito manjar coronado de espinas,
tómalo sin temor,
por los siglos de los siglos,
Amén
En tiempos pasados del viejo continente, un filósofo atormentado por la sífilis llamado Friedrich proclamaba a los cuatro vientos: ¡Dios ha muerto! Sus imágenes…
No me dejes sola, por favor,
sin respiro ni consuelo,
náufraga en el mar de angustia y duelo,
ahogada en la herida que no ha dejado de sangrar…
Parecía ser que el agua era el elemento que le salvaba la vida a Edith.
En tiempos de epidemia, guerras y demás vicisitudes, solía llegar a las playas de Tel-Aviv…
La tierra prometida ha quedado des-velada,
el velo de Canaán se le ha caído,
ha quedado sola y desnuda ante el falaz engaño,
Un ¡hoax! no más…
Son nuestros vecinos,
Tierra Santa,
sagrada,
sangrada,
profanada, violada, maltratada,
ultrajada, desterrada,
aislada de la faz de la tierra…
Manteles de hilo, de lino, de fino,
vajillas de cristal de Sajonia,
bandejas de plata, de fresas de nata, cochecillos de bebés de carrocería dorada,
Soy la zarza ardiente,
la mata reacia a consumirse,
el arbusto en llamas, emblema del pueblo electo…
Lo habían anunciado en todos los medios de “Arcaica”, el Todopoderoso estaba organizando un rediseño…