En la habitación que habito hay dragones, brujas, laberintos, colores, tempestades, pinturas, paisajes, mares, bosques y animales.
Cuando en ella estoy, abro los ojos y contemplo el mundo entero como capitán de navío, armado con un telescopio y montado en la torre de mira de su barco.

Dicen que “mi casa es mi castillo” y para mí, así es. De hecho, bien pudiera permanecer en mi alcoba veinte horas al día, digo veinte por no ser demasiado ambiciosa; hoy, por ejemplo, está repleta de pájaros exóticos multicolores y de plantas tropicales; ayer, un vagón a la deriva que deambulaba perdido por raíles urbanos, sin rumbo ni guía.

Mi espacio personal es mi fortaleza; me transmite corrientes de energía. Sin la intimidad que me ofrece, nada sería: más bien una pluma al aire, sin tintero donde sumergirse; una bolsa de plástico llevada en volandas sobre tejados; una vedette sin público.

El piso de mi cuarto a veces se agrieta y, por las rendijas, penetran sombras tenebrosas que asemejan mazmorras del Medievo. La superficie se quiebra y sucumbe, atraída por un tornado inverso que amenaza con llevarse mis libros todos: los de filosofía, psicología, antropología y más. A veces se perfila la imagen del monstruo burlón que desea liberar de sus ataduras al subconsciente subyugado.

El espacio de mi habitación parece, por momentos, caprichoso e impide la entrada a mis amantes dulzones. Las paredes se visten de verde flema, color de la envidia, mientras el portón ansía encerrarme dentro, como una damisela desamparada: una Rapunzel inofensiva de trenzas doradas.

Las sábanas de mi cama son multicolores y en ellas, estampadas, se dibujan mariposas de lejanos bosques tropicales, de colores del arcoíris. Hoy me acoge mi lecho entre suntuosos textiles egipcios y nubes de fragancia; mañana me atrapará, como si de una trampa se tratara, presa de Cerbero, la bestia mitológica apostada a la entrada del Hades, que, celosa, guardaba a los desdichados inquilinos del infierno.

La habitación que habito es un reflejo de mis días plácidos y de mis noches aciagas.

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