Mis pensamientos, así como aparecen se borran, como las ideas que si no las atrapo a tiempo desaparecen. Por eso mi mente es como un telón borroso, todo tiene que ser documentado para no perderse, para no estar siempre en el punto de partida, siempre frente al botón START.
Es difícil dar el primer paso cuando no se ve el piso, el temor de caer en el vacío infinito me envuelve. Hasta que una voz interior me llama, abro los ojos y veo mi mundo cuadrado, fijo, inerte.
Ahora sí veo el suelo y puedo pisar tranquilo pero sin saber a dónde ir.
El payaso si está triste se pinta la sonrisa en la cara, sale al escenario y todo el mundo ríe.
El escritor, si está triste sangra su angustia en el papel y acongoja al lector.
