Una persona desea contemplar la luna de sangre,
vestida de incógnito,
desprovista de credo, etnia o color de piel,
sin optar por bandos polarizados,
elaborados por políticos mediáticos,
teñidos de colores e insignias falsas.
Una persona desea mantener su criterio,
sin sumarse a tropillas, flotillas de idiotas útiles,
manipuladas por lemas sesgados,
tripulaciones de hojalata,
capitaneadas por tigres de papel.
Una persona desea proseguir en su camino,
cual barca de tábula rasa, impoluta y sin pulir,
que navega contra viento y marea,
atravesando corrientes globales,
procesadas, adulteradas, contaminadas,
como estelas en la mar.
(Septiembre 2025, a casi dos años de la masacre del 7 de octubre)
